Ingredientes (8 rosquillas):
-2 cucharaditas de levadura seca
-1/2 cucharada de azúcar granulada
-350 ml de agua
-500 gr de harina de fuerza, más la necesaria para amasar
-1,5 cucharadita de sal
Esparcimos la levadura y el azúcar en un tazón con 100 ml de agua. Dejamos 5 minutos y después revolvemos hasta que se disuelvan.
Mezclamos la harina y la sal en un cuenco grande. Hacemos un agujero en el centro y vertimos el agua con la levadura. Después vertimos el resto del agua en el agujero, reservando la mitad. Mezclamos todo bien. Añadimos el agua reservada según sea necesario, sin dejar de remover, hasta formar una masa firme y húmeda.
Volcamos la masa sobre una superficie bien enharinada. Amasamos durante unos 10 minutos, hasta que la masa quede homogénea y elástica. Mientras se amasa, añadimos poco a poco más harina para trabajar bien la masa sin que se pegue. La masa debe quedar firme y dura.
Ponemos la masa en un recipiente untado con aceite, posteriormente le damos la vuelta para que se cubra de aceite, y tapamos con un paño de cocina. Dejaremos fermentar durante aproximadamente 1 hora, hasta que doble su tamaño. Deshinchamos y dejamos en reposo durante 10 minutos.
Corta la masa en 8 trozos iguales. Formamos una bola con cada uno de ellos. A continuación hacemos un agujero en cada bola pasando el dedo enharinado por el centro, dándole forma de rosquilla. Hacemos girar el dedo en círculo para estirar y ensanchar el agujero. Después, giramos el anillo alrededor del dedo índice de una mano y el pulgar de la otra hasta que el agujero tenga aproximadamente un tercio del diámetro de la rosquilla.
A continuación, ponemos las rosquillas en una placa de hornear ligeramente aceitada, después tapamos con un paño de cocina húmedo y dejamos en reposo 10 minutos.
Ponemos agua a hervir en una cacerola, después bajamos el fuego para que el agua hierva suavemente. Ponemos dos o tres rosquillas en el agua hirviendo con una espumadera. Hervimos las rosquillas en tandas de 2 o 3, sin tapar, durante aproximadamente 1 minuto, hasta que floten, y dales la vuelta de inmediato Posteriormente las sacaremos del agua con una espumadera y las dejaremos que escurran.
Ha llegado el momento de pasar las rosquillas escurridas a una placa de hornear ligeramente aceitada. Metemos en el horno previamente calentado a 220ºC (punto 7) y dejaremos 20 minutos (hasta que adquieran un color dorado).
Por últimos, dejamos enfriar sobre una rejilla metálica y servimos.
Consejo: podemos incorporar en la superficie de cada rosquilla un ingrediente como puede ser virutitas de chocolate, canela, sésamo, azúcar glass, pasas... Eso os lo dejo a vuestra elección!
Fuente: hogarutil.com