Ahora que la Semana Santa ha pasado, voy a recordar una de las mejores recetas de esos días...si amigos, estoy hablando de las torrijas. Esos dulces que recordamos desde pequeños, que endulzan esos días, y que yo por lo menos hago durante todo el año. Son demasiado buenas para comerlas solo una semana al año.
Ingredientes
- Pan
- Canela
- Leche
- Azúcar
- 3 huevos
- Aceite
En primer lugar, cortaremos en rodajas de aproximadamente 2 cm el pan del día anterior. Cuando tengamos todas las rodajas cortadas las empaparemos en leche y canela, sirviéndonos de un plato plano donde las bañaremos abundantemente. A continuación, batiremos tres huevos y pondremos a calentar bastante aceite de oliva en una sartén, para que cuando las torrijas estén bien blanditas las bañemos en el huevo y las agreguemos en el aceite caliente para que se frían. A medida que las torrijas se vayan dorando por ambos lados, las sacaremos del aceite y las meteremos en un plato con canela y azúcar, las rebozaremos bien y las colocaremos en una bandeja. Esta acción la repetiremos con todas las torrijas y cuando hayamos hecho la última, solo queda dejarlas enfriar y comer.
Os aconsejo que no esperéis a la próxima semana santa para hacerlas. ¡Buen provecho!
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martes, 2 de abril de 2013
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