- 150gr de puré de calabaza
- 340 gr de harina
- 90 gr de mantequilla (a punto pomada)
- 125 gr de azúcar
- 100 gr de pasas remojadas en agua
- 3 huevos
- 1 cucharadita de jengibre
- 1 cucharadita de canela
Para empezar esta receta cocemos la calabaza y cuando esté blandita retiramos el agua de la cocción y la pasamos bien por la batidora hasta que no quede ningún grumo. A continuación, derretimos la mantequilla al punto pomada, es decir, que no quede totalmente líquida. la añadimos al puré de calabaza y removemos bien. Batimos los tres huevos y lo añadimos también al puré y a la mantequilla. Llegados a este punto, añadimos el azúcar poco a poco, la cucharadita de jengibre y canela y las pasas remojadas previamente en agua, removemos todo, hasta que quede una masa homogénea. Por último, agregamos la harina poco a poco y no dejando de remover, con el fin de que no se formen grumos.
La masa tendría que estar lo suficientemente espesa para que cuando se eche en la bandeja del horno no se expanda completamente. Si vemos que está todavía demasiado liquida, añadiríamos más harina, hasta llegar al punto deseado.
A continuación, y con una cuchara crearemos galletas en la bandeja (con un papel vegetal para que no se peguen y no ensuciemos demasiado), y las introducimos en el horno (precalentado) a 180ºC durante 15 o 20 minutos, dependiendo del horno.
Notaremos que se han hecho cuando estén doraditas y duras.
Solo falta dejar enfriar...y comer!
Un consejo es añadir chocolate fondant por encima, este se endurezerá y creara una fusión de sabores entre el chocolate y la verdura.
Para empezar esta receta cocemos la calabaza y cuando esté blandita retiramos el agua de la cocción y la pasamos bien por la batidora hasta que no quede ningún grumo. A continuación, derretimos la mantequilla al punto pomada, es decir, que no quede totalmente líquida. la añadimos al puré de calabaza y removemos bien. Batimos los tres huevos y lo añadimos también al puré y a la mantequilla. Llegados a este punto, añadimos el azúcar poco a poco, la cucharadita de jengibre y canela y las pasas remojadas previamente en agua, removemos todo, hasta que quede una masa homogénea. Por último, agregamos la harina poco a poco y no dejando de remover, con el fin de que no se formen grumos.
La masa tendría que estar lo suficientemente espesa para que cuando se eche en la bandeja del horno no se expanda completamente. Si vemos que está todavía demasiado liquida, añadiríamos más harina, hasta llegar al punto deseado.
A continuación, y con una cuchara crearemos galletas en la bandeja (con un papel vegetal para que no se peguen y no ensuciemos demasiado), y las introducimos en el horno (precalentado) a 180ºC durante 15 o 20 minutos, dependiendo del horno.
Notaremos que se han hecho cuando estén doraditas y duras.
Solo falta dejar enfriar...y comer!
Un consejo es añadir chocolate fondant por encima, este se endurezerá y creara una fusión de sabores entre el chocolate y la verdura.
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