-Flores de calabacín
-Mozzarella
-Harina
-Agua
-Sal
-Aceite
Limpiamos cuidadosamente las flores de calabacín, quitando todo los pistilos de dentro.
Cortamos la mozzarella en trozos de pequeño tamaño e introducimos uno o dos dentro de la flor, con cuidado para que no se rompan.
Cuando hayamos rellenados todas las flores con la mozzarella, hacemos una mezcla de harina y agua. Mezclamos bien sin dejar grumos y obteniendo una mezcla homogénea A continuación rebozamos las flores en la mezcla, bañándola bien hasta que quede totalmente blanca.
Cuando hayamos rebozado todas las flores las introducimos de 4 en 4 en una sartén con abundante aceite y a fuego alto. Cuando hayan cogido un tono dorado se sacan de la sartén, colocándoles en un plato con papel absorbente para eliminar al máximo el aceite.
Receta fácil y buenísima!

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